PUES HE REPETIDO DESTINO, DE NUEVO AL MAGREB….
Exóticos lugares donde la dependencia de los équidos para el día a día de los bereberes es muy alta, incluso en algunos momentos excesiva.
Desde el basto desierto hasta las mayores estribaciones del Atlas, te tropiezas contínuamente con burros entremezclados con los coches, o transportando pesadas cargas por angostas sendas de difícil paso, sumisos y obedientes hasta la saciedad.
Habitualmente viajan sueltos, recuerdan los caminos del trayecto con precisión, a veces en carabanas cargados atope, pastoreados por un perro como si de ganado se tratara. Algunas carabanas son mixtas, conpuestas por burros en cabeza, seguidas por mulos y dromedarios en cola, llegando algunas a tener más de 40 individuos.Como si se rememorara los 52 días de «Viaje a Tombuctu» desde Zagora.
Es reconfortable poder ver la utilidad que tienen éstos animales para sus dueños, algunos de tan solo 80 cm a la cruz y con la belleza como la de este burrito ya adulto. Pero siempre te reciben y te despiden con una sonrrisa como la de esta dromedaria.
GRACIAS MARRUECOS…