El RPT (Respiración, Pulso, Temperatura)
Conocemos por RPT al protocolo que debemos seguir si queremos tomar una medida fiable de las constantes vitales del asno, esto es Respiracion, Pulso y Temperatura.
Los valores de frecuencia respiratoria, pulso y temperatura en un burro adulto sano y en reposo son los siguientes:
Respiración: 12 a 15 respiraciones completas por minuto
Pulso: 36 a 44 latidos por minuto.
Temperatura: 37,1 ºC
La primera medida que debemos tomar es la frecuencia respiratoria. Para ello nos situaremos a una distancia suficiente del burro de tal modo que podamos apreciar el movimiento de la caja torácica sin molestar o manipular al burro. Cronómetro en mano contaremos las respiraciones completas durante 15 segundos y multiplicaremos la cifra obtenida por 4 para calcular la frecuencia respiratoria, esto es las veces que el burro respira por minuto.
La siguiente medida a calcular es la frecuencia cardíaca, esto es el número de latidos por minuto. El pulso se puede tomar en la arteria facial localizada bajo la mandíbula inferior. Para ello, colocaremos nuestra mano izquierda con la palma hacia abajo sobre el morro del animal, por encima de las narinas con el fin de inmovilizar su cabeza. Con la mano derecha palparemos a lo largo del hueso de la mandíbula inferior hasta localizar la arteria. Con la mano abierta y la palma en contacto con el burro, usaremos los dedos indice y corazón para asegurar la arteria en su sitio y contar los latidos durante 15 segundos. Solo nos queda multiplicar por 4 los latidos observados para obtener la frecuencia cardíaca.
Podemos aprovechar este momento en que sujetamos la cabeza del asno para comprobar el estado de sus encías y mucosas.
Finalmente, para tomar la temperatura necesitaremos un termómetro y un lubricante como la vaselina. Si el burro no está habituado a esta operación es recomendable contar con la colaboración de un ayudante que sujete al asno. Nos colocaremos a la altura de la cadera del burro mirando hacia la grupa e insertaremos el termómetro previamente lubricado en el ano tras levantarle la cola sin miedo. (No olvides sacudir el termómetro antes de insertarlo si no es electrónico). Sujeta el termómetro durante al menos un minuto en paralelo y en contacto con la pared rectal y sin forzar. Tras el tiempo necesario, un minuto para la mayoría de termómetros, lo sacaremos y procederemos a su lectura tras limpiarlo con un trozo de papel. Procederemos a enjuagar el termómetro (con agua fría) y a desinfectarlo con antiséptico antes de guardarlo.
Es muy importante guardar el orden que establece este protocolo ya que así evitaremos distorsionar la obtención de estos parámetros a causa del manejo.
(Autor: Patavan de «El refugio del burrito»)